El cannabis ha mostrado algunas ventajas significativas en el tratamiento de afecciones típicas y raras, pero también ha mostrado algunas desventajas en la dosificación y estandarización de algunos tratamientos continuos. Se utilizan algunos medicamentos sintéticos similares al cannabis aprobados por la FDA que están estandarizados pero no se consideran cannabis medicinal. Aún así, con el cannabis en sus formas naturales y de uso típico como aceites y comestibles, a veces es difícil saber cuál es la mejor dosis para cada condición, ya que tiene muchos componentes que pueden cambiar su potencia y efectos. A medida que avanzamos en la investigación, entendemos cada día un poco más de los diferentes impactos de cada cannabinoide y terpenos en sus formas aisladas y compuestas. Aquí discutiré algunas preguntas que nos ayudarán a comprender mejor el cannabis medicinal, la dosificación de cannabis y sus diferencias con la medicación occidental estándar.
La diferencia entre la medicina occidental típica y la medicina del cannabis puede ser bastante grande, pero comprensible una vez que comprenda sus efectos y sepa cómo leer las etiquetas de los productos comerciales de cannabis. El cannabis tiene un componente que puede tener efectos alucinógenos, y el responsable de estos efectos es el THC o delta-9-THC, un componente psicoactivo del cannabis. Este cannabinoide dependiendo de sus diversas formas de consumo y su potencia, puede tener diferentes efectos en la persona. Además, sus efectos dependen de la persona que lo consuma. Dependiendo de qué tan rápido quieras sentir los efectos o cuánto tiempo quieras su efecto, puedes consumir cannabis en diferentes formas. Por ejemplo, fumar o vapear es la forma más rápida de medicarse, ya que evade el metabolismo de primer paso, e ingresa al torrente sanguíneo a través de los pulmones. De esta forma puede tener efectos inmediatos, pero sus efectos no duran tanto como otras formas de consumo como por vía sublingual u oral. Al consumir formas orales de cannabis, sus efectos iniciales pueden tardar más, pero sus efectos pueden durar de 6 a 8 horas. Es fundamental saber que cuando se consume por vía oral, el THC pasa por un metabolismo de primer paso convirtiéndose en 11-hidroxi-THC, que es un metabolito que puede ser hasta 10 veces más fuerte que el THC. El 11-hidroxi es más fuerte porque tiene una mayor afinidad por nuestros receptores cannabinoides. Por lo tanto, es fundamental ser precisos a la hora de dosificar y consumir cannabis, especialmente cuando se consume por vía oral.
En el consumo oral podemos encontrar la mayoría de similitudes con la medicina alopática. Podemos tener medidas cuantitativas de los componentes activos del cannabis en porcentajes o miligramos, y sus efectos pasan por el metabolismo de primer paso como se indicó anteriormente. Cuando encontramos productos certificados y tenemos información en sus etiquetas, podemos usarlos para una mejor dosificación. Además, dependiendo de las características del paciente, podemos determinar qué producto de cannabis podemos recomendar, como proporciones de cannabinoides o formulaciones de terpenos. La Dra. Carrie Hemper-Sanderoff aconseja un "rango de dosis inicial de 1,25 mg a 5 mg de THC por dosis para los consumidores sin experiencia de cannabis". Además, según las opiniones de los expertos, puede ser mejor empezar a dosificar por la noche antes de acostarse3, para que no interactúe con ninguna actividad personal. Al entender que podemos dosificar como cualquier otro medicamento, podemos asegurar una mejor experiencia.
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Dado que el cannabis es demasiado nuevo para muchos médicos, encontrar información, en general, a veces puede ser difícil. Los mejores datos se pueden encontrar en metanálisis, revisiones sistemáticas, ensayos controlados aleatorios y estudios de cohortes. Este tipo de investigación garantiza la calidad de la información, pero no necesariamente la información que busca, por lo que debe evaluarla antes de usarla. También podemos encontrar guías de práctica clínica, que son "recomendaciones destinadas a optimizar la atención al paciente que se basa en una revisión sistemática de la evidencia y una evaluación de los beneficios y daños de las opciones de atención alternativa". 2 La evaluación de las GPC o las guías de práctica clínica logran las mejores prácticas para la dosificación y recomendaciones de cannabis medicinal. Si la evidencia no brinda orientación sobre la dosificación pero tiene una recomendación fuerte, podemos comenzar "bajo y lento" 2. Comenzar bajo y lento significa que es mejor comenzar sin dosis psicoactivas o microdosis todos los días y aumentar gradualmente su cantidad hasta encontrar el efecto deseado.
En conclusión, a la hora de consumir cannabis es mejor empezar bajo y lento. Dependiendo de los efectos deseados que desee, puede elegir la mejor forma de consumo, proporción y formulación. Además, recuerde que "ninguna dosis sirve para todos" y que "la dosis debe cambiar con la frecuencia de uso y a medida que los niños / adultos envejecen; es posible que necesiten una dosis mayor para el manejo de los síntomas". 1 La evaluación de las GPC puede ayudar a garantizar una información de excelente calidad para las necesidades específicas de un paciente.
Por: Francisco Vivanco
Fuentes:
1Wedman-St. Louis, B. Clinical recommendations and dosing guidelines for cannabis. In Wedman-St.Louis, B, ed. Cannabis. Boca Raton, FL: CRC Press; 2018:181-192
2Antonio L. Dans, Leonila F. Dans, Maria Asuncion A. Silvestre. Painless Evidence-Based Medicine. Vol Second edition. Wiley-Blackwell; 2017. Accessed December 15, 2020.
3MacCallum, CA, Russo, EB. Practical considerations in medical cannabis administration and dosing. European Journal of Internal Medicine. 018;49:12-19. This is the closest published example of a clinical practice guideline related to medical cannabis dosing that I have found so far in the medical literature.
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