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GUIA VIRTUAL DE CANNABIS

El Sistema Endocannabinoide

El sistema endocannabinoide o SEC, encontrado en los animales, desde los peces hasta los humanos, es un sistema regulatorio muy complejo con una amplia funcionalidad.  Este sistema regula diversas funciones del apetito, la digestión, la memoria, la inflamación, el dolor, el sistema motor, el sistema inmune, la presión arterial, el crecimiento óseo, la protección neural, entre otros, y está comprometido en tres principales elementos que son los receptores endocannabinoides como el CB1 y CB2, los endocannabinoides como AEA y 2AG, y las enzimas encargadas en

sintetizar o metabolizar estos endocannabinoides como las enzimas FAAH. 

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Receptores: Los receptores endocannabinoides CB1 y CB2 están distribuidos en todo nuestro cuerpo, en el sistema nervioso central, en el sistema inmune, y dentro de otros tejidos como el cerebro, o sistemas gastrointestinal, reproductivo y urinario. Los receptores CB1, localizados predominantemente en el cerebro y en el sistema nervioso central, son los principales responsables de la activación de los efectos neuroactivos. Los receptores CB2, ubicados predominantemente en el sistema periférico, y tiene sus principales efectos en el sistema inmunitario. 

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Endocannabinoides & Enzimas: Los endocannabinoides o cannabinoides endógenos como AEA y 2AG, son cannabinoides producidos bajo demanda en nuestro cuerpo ayudando a corregir los desequilibrios específicos presentados por lesiones o una enfermedad, manteniendo el sistema nervioso funcionando fluidamente, o en homeostasis. La lista de funciones del SEC en el cerebro es enorme e incluye: toma de decisiones, cognición, emociones, aprendizaje, memoria, ansiedad, estrés, miedo, dolor, temperatura corporal, apetito, sensación de refuerzo o recompensa, permeabilidad hematoencefálica y control motor. (Backes, 2017) En el cuerpo se relaciona directamente con la función inmune, el sistema digestivo, y la inflamación en general. Las enzimas endocannabinoides como enzimas FAAH se encargan básicamente de sintetizar o degradar los endocannabinoides una vez que estos terminan su trabajo. 

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Fitocannabinoides: Los endocannabinoides llevan su nombre por la similitud que tienen estructuralmente a los fitocannabinoides de la planta de cannabis. El THC interactúa con los receptores CB1 y CB2, y tiene una gran afinidad a los receptores CB1, y cuando se une produce efectos neuroactivos, pero más allá de su psicoactividad, el THC tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos, neuro protectores, y reduce la espasticidad, la tensión muscular, y la presión intraocular. Si bien el THC no es toxico para el cuerpo puede causar efectos psicotóxicos como ansiedad o paranoia. El CBD no tiene mucha afinidad por los receptores, y si bien aún se está descubriendo su mecanismo de funcionamiento, se ha demostrado que su uso es muy seguro incluso en cantidades excesivamente altas. Según estudios se cree que el CBD inhibe las enzimas que degradan endocannabinoides como las enzimas FAAH, acumulando mayores cantidades de endocannabinoides en el cuerpo, los cuales como ya hemos visto, ayudan a regular nuestro sistema para mantenerlo en homeóstasis. EL CBD también tiene la capacidad de reducir los efectos adversos negativos del THC.

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Referiencia: Backes, M. (2017). Cannabis Pharmacy: The practical guide to medical marijuana. Black Dog & Leventhal Publishers - Meccariello, R. (2020). Endocannabinoid system in health and disease: Current situation and future perspectives. International Journal of Molecular Sciences, 21(10), 3549. https://doi.org/10.3390/ijms21103549 

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