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Cuidado Paliativo

Cuidado Paliativo

El uso del cannabis en el cuidado paliativo ha sido objeto de interés y debate en la comunidad médica y científica durante décadas. A medida que los pacientes enfrentan enfermedades graves y terminales, el manejo del dolor y otros síntomas se convierte en una prioridad crucial para mejorar su calidad de vida.

Históricamente, se han documentado casos de personas que han recurrido al cannabis para aliviar el dolor y otros síntomas asociados con enfermedades graves como el cáncer, el VIH/SIDA, y trastornos neurológicos degenerativos. El cannabis ha sido reconocido por sus propiedades analgésicas, antieméticas y ansiolíticas, lo que lo convierte en una opción atractiva para pacientes que experimentan efectos secundarios difíciles de controlar con medicamentos convencionales.

En el contexto del cuidado paliativo, donde el objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los pacientes y proporcionar alivio del sufrimiento, el cannabis ha sido considerado como una herramienta terapéutica potencialmente valiosa.

EFICACIA: La efectividad del cannabis y el CBD en cuidados paliativos varía según el síntoma que se esté tratando y la respuesta individual del paciente. Se ha demostrado que el cannabis puede ser eficaz en el alivio del dolor, náuseas y vómitos, falta de apetito, ansiedad, y otros síntomas comunes en pacientes en cuidados paliativos. El CBD, un componente no eufórico del cannabis, también ha mostrado potencial en el control de la ansiedad y el dolor.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la evidencia científica sobre la efectividad del cannabis y el CBD en cuidados paliativos aún es limitada y se necesitan más investigaciones clínicas para comprender mejor sus beneficios y riesgos en esta población de pacientes. Además, la disponibilidad y la legalidad del cannabis médico varían según la ubicación geográfica, lo que puede influir en su acceso y uso en el contexto de cuidados paliativos.

MECANISMO: El cannabis contiene compuestos llamados cannabinoides, como el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol), que se unen a receptores cannabinoides en el sistema nervioso central y periférico. Estos receptores, conocidos como receptores cannabinoides CB1 y CB2, están involucrados en la regulación del dolor, el estado de ánimo, el apetito y otros procesos fisiológicos.

El THC, al unirse principalmente al receptor CB1, tiene propiedades analgésicas y puede ayudar a aliviar el dolor asociado con enfermedades graves y terminales en pacientes de cuidados paliativos.

Por otro lado, el CBD no se une directamente a los receptores cannabinoides, pero puede influir en ellos indirectamente, modulando la actividad de otros neurotransmisores y receptores. Se ha demostrado que el CBD tiene efectos antiinflamatorios, ansiolíticos y neuroprotectores, lo que puede contribuir a aliviar síntomas como la ansiedad, la inflamación y los trastornos neurológicos en pacientes en cuidados paliativos.

En resumen, el cannabis y el CBD pueden proporcionar alivio en cuidados paliativos mediante la modulación del sistema endocannabinoide y otros sistemas fisiológicos implicados en el control del dolor, la inflamación y otros síntomas asociados con enfermedades graves y terminales. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos de acción específicos y optimizar su uso en esta población de pacientes.

DOSIS: La dosis recomendada de THC y CBD para cuidados paliativos puede variar dependiendo de varios factores, incluyendo la condición médica del paciente, la gravedad de los síntomas, la tolerancia individual y la respuesta al tratamiento. Es importante destacar que la dosificación debe ser individualizada y supervisada por un médico con experiencia en el uso de cannabis medicinal.

En general, se recomienda comenzar con dosis bajas e ir aumentando gradualmente según sea necesario para lograr el alivio de los síntomas sin experimentar efectos secundarios no deseados. Para el THC, las dosis suelen comenzar en el rango de 2.5 a 5 miligramos por dosis, y pueden aumentarse hasta 10 miligramos o más, dependiendo de la tolerancia y la respuesta del paciente.

Para el CBD, las dosis también suelen comenzar en el rango de 2.5 a 10 miligramos por dosis, y pueden aumentarse gradualmente si es necesario. Es importante tener en cuenta que el CBD generalmente se administra en combinación con THC en productos de cannabis medicinal, ya que se cree que la combinación de ambos compuestos puede potenciar sus efectos terapéuticos.

Es fundamental que los pacientes en cuidados paliativos sean supervisados de cerca por un médico para ajustar la dosis según sea necesario y evitar efectos secundarios no deseados, como somnolencia, mareos o cambios en el estado de ánimo. Además, es importante respetar la legislación y regulación local en relación con el uso de cannabis medicinal.

MÉTODO DE CONSUMO: Existen varios métodos de consumo de cannabis y CBD que pueden ser utilizados en cuidados paliativos, dependiendo de las preferencias del paciente, la naturaleza de los síntomas y la disponibilidad de productos. Algunos de los métodos comunes incluyen:

Inhalación: La inhalación de cannabis a través de la combustión o vaporización es uno de los métodos más rápidos para experimentar sus efectos. Esto puede ser en forma de flores de cannabis fumadas en un cigarrillo (porro) o pipa, o utilizando un vaporizador que calienta el cannabis a una temperatura lo suficientemente alta como para liberar los cannabinoides sin quemar la planta. Este método es especialmente útil para el alivio rápido del dolor y la náusea.

Aceites y tinturas sublinguales: Los aceites y tinturas de cannabis y CBD se administran debajo de la lengua y se absorben directamente en el torrente sanguíneo a través de las membranas mucosas. Este método proporciona un inicio rápido de acción y permite un control preciso sobre la dosificación. Es útil para el alivio del dolor, la ansiedad y otros síntomas, y puede ser especialmente beneficioso para pacientes que tienen dificultades para tragar o que tienen problemas gastrointestinales.

Comestibles: Los comestibles, como galletas, caramelos, chocolates y cápsulas, contienen extractos de cannabis o CBD que se ingieren por vía oral y se metabolizan en el sistema digestivo. Los efectos pueden tardar más en manifestarse en comparación con la inhalación o la administración sublingual, pero pueden durar más tiempo. Este método es útil para el tratamiento del dolor crónico, la falta de apetito y otros síntomas.

Tópicos: Los productos tópicos, como cremas, ungüentos y geles, se aplican directamente sobre la piel y se absorben a través de los receptores cannabinoides locales. Estos productos pueden ser útiles para el alivio del dolor localizado, la inflamación y los problemas de la piel, como dermatitis y úlceras por presión.

Es importante que los pacientes en cuidados paliativos trabajen con un médico o profesional de la salud capacitado en el uso de cannabis medicinal para determinar el método de consumo más adecuado y para ajustar la dosis según sea necesario. Visita Visita: www.drherbis.com para ver Alivios de Cannabis recomendados.

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