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Hepatitis C

Hepatitis C

Investigadores de la Universidad McGill en Canadá no encontraron conexión entre el consumo de cannabis y el desarrollo de fibrosis hepática en pacientes con hepatitis C en un estudio significativo que se publicó en Julio de 2013, sobre el efecto de fumar cannabis en la progresión de la enfermedad hepática entre pacientes coinfectados con hepatitis C/VIH. Dado que el uso diario de cannabis en este estudio se había relacionado previamente con el desarrollo de fibrosis hepática, este resultado fue inesperado. Investigaciones anteriores habían demostrado que el consumo de cannabis exacerbaba la fibrosis hepática y la esteatosis en personas con el virus de la hepatitis C.

A menudo hay varias fases en el daño hepático que se desarrolla a medida que avanza la infección por el virus de la hepatitis C. La primera fase, la esteatosis, que es una acumulación de grasa en el hígado y se observa con frecuencia en la hepatitis C. La segunda, el reemplazo de células lesionadas por tejido cicatricial o fibrosis altera la estructura y el funcionamiento del hígado. En la última etapa de la enfermedad hepática, la cirrosis, en la que la cicatrización significativa afecta gravemente la función hepática hasta el punto de fallar, la esteatosis puede provocar fibrosis, que eventualmente puede progresar a cirrosis hepática.

EFICACIA: El cannabis se usa con frecuencia para disminuir los efectos negativos de las terapias farmacéuticas contra la hepatitis C y promover la adherencia al tratamiento.
Para tratar la hepatitis C se usa un ciclo de medicamentos a largo plazo, con frecuencia interferón pegilado y ribavirina. Hay otros medicamentos que se usan para evitar que el virus se reproduzca. Todos estos medicamentos tienen efectos secundarios, que generalmente incluyen náuseas y vómitos cuando se usan en terapia combinada. El uso de cannabis para disminuir estos efectos negativos ha ganado popularidad.

MECANISMO: Recientemente, se ha propuesto la idea de emplear antagonistas de los receptores CB1 para bloquear la respuesta endocannabinoide dentro del hígado como resultado de una mayor comprensión de cómo actúa el sistema endocannabinoide dentro del hígado. Este bloqueo minimizaría la resistencia a la insulina y la acumulación de grasa en el hígado. Los receptores CB1 del hígado pueden ser bloqueados de manera útil por cannabinoides como THCV y CBD. El CBD y otros cannabinoides que estimulan los receptores CB2 pueden ser útiles para prevenir el daño hepático relacionado con la hepatitis C. Según estudios recientes, los pacientes con VHC que tienen una mutación genética particular en el receptor CB2 tienen daño hepático e inflamación más severo.

DOSIS: Puede ser un desafío determinar la dosis correcta para los tratamientos con cannabis debido a la complejidad de la actividad endocannabinoide del hígado. Para controlar cualquier efecto negativo de la terapia con medicamentos combinados, es crucial utilizar la menor cantidad de THC necesaria. Además, los antagonistas de CB1 como THCV y CBD pueden ser útiles para prevenir daños mayores en el hígado, y el CBD incluso puede ayudar a que el hígado se cure por sí mismo; sin embargo, estos métodos aún no se han probado en humanos. Durante los ciclos de medicamentos combinados, los pacientes pueden consumir hasta 25 mg de THC para ayudar a controlar las náuseas y los vómitos.

MÉTODO DE CONSUMO: El uso oral provee efectos por más tiempo, mientras que fumar o vaporizar tiene efectos más rápidos. Se recomienda el uso de THC con CBD. Visita: https://www.drherbis.com para ver Alivios de Cannabis recomendados.

• Backes, M. (2017). Cannabis Pharmacy: The practical guide to medical marijuana. Black Dog & Leventhal Publishers

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